Menuda pena formalizar el tiempo,
contar las hojas del calendario;
prefiero auscultar los momentos,
selección autodidacta
del camino llevado.
Menudo goce tenerte aquí,
a menos de veintinueve milímetros
de mis labios,
corre y llámame,
me presentaré allí
con cena y unos pantalones de tirado.
Ven y susúrrame al oído
que esto es lo que estabas buscando.
viernes, 25 de septiembre de 2009
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