Pasan las horas, no escucho el silbido,
es de noche y aquí no tengo balcón.
Abro la ventana, enciendo un pitillo,
la luna ilumina el salón.
Me empapo de Neruda, Machado y Bécquer
¡Quién pudiera escribir como vos!
Nunca fui docto en escoger palabras,
no sé escribir poesía pidiendo perdón.
Ábreme el pecho y registra,
encontrarás lamentos e ilusión.
Se fueron las nubes, verás las estrellas,
lejanas y distantes,
como tu voz.
Quisiera jugar, sólo pido un poquito,
disfruto cuando arañas mi corazón.
No olvides que cambio todo un paraíso
por tu estrella de cartón.
Ahora o nunca
Hace 1 año
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