Pasan las horas, no escucho el silbido,
es de noche y aquí no tengo balcón.
Abro la ventana, enciendo un pitillo,
la luna ilumina el salón.
Me empapo de Neruda, Machado y Bécquer
¡Quién pudiera escribir como vos!
Nunca fui docto en escoger palabras,
no sé escribir poesía pidiendo perdón.
Ábreme el pecho y registra,
encontrarás lamentos e ilusión.
Se fueron las nubes, verás las estrellas,
lejanas y distantes,
como tu voz.
Quisiera jugar, sólo pido un poquito,
disfruto cuando arañas mi corazón.
No olvides que cambio todo un paraíso
por tu estrella de cartón.
miércoles, 30 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario