Y este humo del cigarro ya liado
tras Ciento volando de Sabina que leí,
me devuelve al salón, meditabundo,
para incumplir la promesa y escribir.
Este soneto, salve rima y estructura,
contiene lo que no debí decir y escribo,
para que guarde en el cahón de mis locuras
un trocito más de mí, luego sigo.
Prefiero la amarga desilusión
de vivir y soñar al unísono
que esconderla en el tintero del olvido.
Perdone si no aguanté la tentación,
para no llevarle al equívoco,
pienso en ustéh y escribo, luego existo.
Ahora o nunca
Hace 1 año
1 comentario:
:) !
(Hoy me faltan las palabras, pero quiero que sepas que me encanta pasar por aquí)
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