domingo, 30 de noviembre de 2008

Gracias por su visita

Parece que nos toca vivir
eso que llaman
recuerdos vivos,
o eso me contó
un amigo.
No difieren mucho
de las reuniones
de camaradas:
café presente,
concupiscible el alma;
el humo adereza
las sonrisas más amargas.
Recuerdos vivos.
Tatuado a fuego
en lo más profundo
de nuestras entrañas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran visita, si señor, grandes TODOS y sobre todo cada uno...