viernes, 25 de julio de 2008

Una noche más

La habitación se sentía vacía sin ese aroma de incertidumbre y deseo que acostumbraba a flotar en su interior. Él lo notaba especialmente en esas calurosas noches de verano en las que la huida al balcón se antojaba como la única salida frente a una noche de insomnio y desidia, en esas noches en las que el tiempo juega a estirarse irremediablemente en su contra, en esas noches en las que tenía especialmente ganas de ella.
Nunca terminó de perderse ese aroma en su habitación. Al fin y al cabo, sólo era eso, una noche más.

1 comentario:

isa dijo...

¡J.!
Nadie se merece tus insomnios...
Aunque si eso hace que escribas cosas como ésta... ¡bienvenidas sean tus noches en vela! ;)

Creo que esta página comienza a crearme adicción.. jeje