No me pidas que piense que ha amanecido
porque el sol haya vuelto a salir.
Lamento insomne que se acerquen tiempos de guerra,
pero, niña, si me provocan,
recuerdo que fui un experto en este modo de vivir.
No me pidas que entienda aquello
que ha detenido mi firme caminar.
El eco de tus palabras en mi mente
tatuó doloroso un mensaje subliminal:
prohibido fijar carteles.
Ahora o nunca
Hace 1 año
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