lunes, 22 de septiembre de 2008

Despedidas

Odio las despedidas.
El sabor agridulce del
último beso,
la puñalada certera
de la última mirada,
empapada,
del eco insistente
de tu voz diciéndome:
adiós.
El frío que dejan en el alma
los andenes,
la cara de idiota
tras mirar el reloj.
La vuelta a casa
arrastrando mis penas,
doblar las esquinas
y esperar verte allí.
Odio las despedidas
y no porque marches,
sino porque puede que sea
la última vez
que te vea partir.

2 comentarios:

Txe dijo...

Gracias por pasarte por mi blog hermano, yo ya lo hacía por aquí de vez en cuando, pero nunca te había escrito, me encanta humoytinta, de vez en cuando me ayuda a filosofear. Aunque el mío sea un poco más realista, espero que te guste y te pases alguna que otra vez, hay grandes historias que contar por aqui en serio. Por cierto, ya sabes que estás invitado, solo tienes que decirmelo jefe.

Un abrazo bien big.

Txe.-

Anónimo dijo...

solo me queda darte las gracias por haber escrito este poema;porque hoy yo estoy de despedida.
un abrazo,y a seguir escribiendo;

pakino.