La habitación se sabía plena de júbilo.
El adulterado humo invadía todo espacio posible y provocaba la risa fácil en los miembros reunidos.
El fondo musical, formado por la guitarra y las voces espontáneas, acompañaba de forma perenne y ayudaba a mejorar, más si cabe, la atmósfera creada.
A veces basta con poco para ser feliz.
Ahora o nunca
Hace 1 año
3 comentarios:
Si hubiera usted escrito "hilo musical" en vez de "fondo musical", podría haber llegado a pensar que la escena era reflejada en palabras por el mísmisimo Victor Hugo, o José de Espronceda, sure.
Un abrazo, hombre.
:)
a veces no, siempre basta con poco, lo que pasa es que nos cuesta darnos cuenta...
;)
ese 6ºB!!
ups! me he equivocado de 6º... :S
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