Palillo en boca, boina en mano,
tan castizo como el chato en el bar.
En la Ribera del Duero
aún quedan ancianos
de mirada melancólica
y ansias de volar.
A otros tiempos,
a otros lugares, quizás,
la edad no perdona,
pero las viñas aguardan
y es tiempo de trabajar.
Enconrvado como la parra de octubre,
nuestras miradas se cruzan,
me contagia soledad.
Atento a todo lo que ocurre
vive el castizo individuo
de barra de bar.
Ahora o nunca
Hace 1 año
2 comentarios:
me encanta guille :) y me encanta con los detalles q te quedas para escribir
Para que luego te quejes... =) Estoy esperando ansiosa mi copia de todo tu arte.
Mañana te pido un autografo.
x)
Publicar un comentario