martes, 17 de junio de 2008

Y a soñar

Una noche más, se disponía a afrontar el insomnio de la mejor manera que sabía: escribiendo.
Así como si de un macabro ritual zulú se tratase, encendió el cigarrillo, alzó el bolígrafo y se dispuso a escribir.
Le bastaron dos líneas para comprender que esta vez no lo necesitaba.
Le bastaron dos líneas para comprender que esta noche dormiría.
Le bastó detenerse en el momento...y soñar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque no te comente siempre, todos los días me paso por tu blog eh! =) Te dejo la dirección del flog oki??
Un besazo y ánimo con antropología!

Anónimo dijo...

www.fotolog.com/cool_ture